Anillo de plata de filigrana sarda de 3 hileras

La joya tiene una historia fascinante.

Antiguamente se transmitía de madres a hijas, normalmente el esperado paso se producía para las grandes ocasiones: el matrimonio o el nacimiento de un hijo. Así, el anillo único y precioso permanecía en la misma familia durante siglos, siguiendo el paso de las generaciones, testigo de un paso del tiempo casi imperceptible.

Pero, ¿cuáles son sus orígenes?

Naturalmente, un objeto tan especial tiene muchas leyendas detrás. La más popular narra que la primera alianza sarda fue forjada por las Janas, hadas que habitaban los rincones salvajes y aislados de la isla en la época nurágica. Vivían en las Domus de Janas (Casas de las Hadas) y allí trabajaban la filigrana, fabricando anillos y joyas de todo tipo, engastadas con piedras preciosas típicas de la isla como el coral o la obsidiana. Las hadas lucían estas joyas en sus ocasiones especiales, como el encuentro con la divinidad.

Aquí la fe sarda adquiere un significado elevado, místico, de otro mundo: aún hoy, las mujeres reconocen su valor y lo llevan con enorme respeto. Por tanto, este objeto tiene algo de mágico.

Incluso la costumbre de llevarlo sólo en el dedo anular izquierdo no es casual. Según antiguas creencias, es precisamente por ahí por donde pasa la vena del amor (vena amoris), es decir, la vena que llega hasta el corazón, transportando sangre, oxígeno, vida.

El objeto en venta es:

• original
• completo con caja y garantía si procede
• acompañado de un recibo o factura, previa solicitud